Según el vicepresidente del Centro de
Arbitraje y Conciliación de la CCB, Rafael Guillermo Bernal, tanto la
infraestructura como los árbitros del país son de primera línea. Estos
se reunirán entre el jueves y el viernes en Medellín para evaluar su
trabajo y despejar las ideas erróneas que los rodean.
Mientras que un juez civil normalmente tarda hasta 12 años en producir
un fallo, cuando un conflicto se dirime a través de un proceso de
arbitraje en uno de los 340 centros de arbitraje que hay en el país, el
tiempo se reduce a seis meses o máximo un año.
Entre el jueves y el viernes se realizará en Medellín el primer
Congreso Internacional de Métodos Alternativos de Solución de Conflictos
(MASC) en el que se se reunirán especialistas y compartirán las mejores
prácticas en este campo. En vísperas del evento, el vicepresidente del
Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá
(CCB), y líder de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial,
Rafael Guillermo Bernal, habló con Portafolio sobre el tema.
Rafael Guillermo Bernal, vicepresidente del Centro de Arbitraje y Conciliación de la CCB.
Foto: Abel Cárdenas/ Portafolio
Foto: Abel Cárdenas/ Portafolio
¿Por qué hoy todas las entidades quieren hacer arbitraje?
Evidentemente, la oferta sigue creciendo. En el país hay unos 340
centros de arbitraje y conciliación, autorizados por el Gobierno, y de
tiempo atrás se viene ampliando el número de actores. En eso trabajan,
por ejemplo, la Superintendencia de Sociedades, la Superindustria y
Superfinanciera, siendo la más avanzada la primera. En Bogotá hay 30
centros de arbitraje, incluido el nuestro, que está repartido en varias
sedes.
La Supersociedades ahora ofrece arbitraje exprés, más barato ¿Eso afecta a los demás centros?
Eso está bien. Bienvenida una mejor oferta: el medio societario va a
tener mejores opciones. Yo no veo esto como competencia, en vez de eso,
se suma a la oferta de temas especializados y además es importante que
cada uno en su sector haga las cosas de la mejor manera y no mirando
cuál otro aparece; sería un poco miope.
¿Qué otros tribunales hay que crear?
Yo espero que por ejemplo crezca más el esfuerzo que está haciendo la
Superfinanciera, también en el ejercicio de su función jurisdiccional.
El tema financiero y asegurador, así como el del mercado público de
valores son muy particulares y en cierta forma sofisticados.
¿Ayudan los arbitramentos a descongestionar los juzgados civiles?
En materia arbitral hemos crecido sobre todo alrededor de Bogotá, pero
ya hay también buenos centros en las cámaras de comercio de Medellín y
Cali, y vienen empujando Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena, lo cual
permite una descentralización importante, porque no creo que sea la
mejor alternativa traer todos los tribunales arbitrales a Bogotá.
Si uno ve, la carga de un juez civil es muy grande: más del 60 a 65% de
su tiempo de trabajo se va en procesos ejecutivos, y el 10% en
lanzamientos. Y temas de fondo les quedan muy pocos, tal vez 5 a 10%,
porque todos los que son de algún nivel de especialización se han ido al
arbitraje, a la amigable composición o sencillamente se concilian.
¿Qué casos maneja la CCB?
No son muchos los netamente societarios. Manejamos más temas de contratos comerciales, contratos con el Estado y otros.
¿Cuántos pleitos dirimen los tribunales de arbitramento en el país?
En la CCB manejamos como el 75% del total y el año pasado hicimos como
302 pagosm, y 160 o más gratuitos para pequeñas y medianas empresas.
¿Cómo elegir entre uno y otro tipo de centro de arbitramento?
Si lo que se quiere es simplemente agotar un requisito legal, porque
para demandar hay que agotar la conciliación, puede ir a cualquiera,
pero si la idea es arreglar su problema tiene que ir a uno bueno, y esos
no somos muchos.
Nosotros en particular nos hemos dedicado a un régimen muy estricto de
formación de operadores conciliadores que le garantizan a la gente con
su calidad que si quieren arreglar, lo van a lograr. Mi índice de
arreglos es del 86%, mejor que eso no hay.
¿Y los centros de las otras cámaras?
Ellos van creciendo. No tienen ese estándar pero si los comparo con los
que hay por ahí, de 15, 30%, la distancia es muy grande.
¿Pero dicen que los arbitrajes son demasiado costosos?
Eso es muy relativo. Si tienes un problema y tu horizonte en el juzgado
son tres, cinco o siete años esperando a ver si hay alguna solución, o
si el pleito es con el Estado a veces son 7 o 15 años esperando la
solución, y eso resulta costando una fortuna.
En promedio, un arbitraje demora un año o menos, y si es muy
sofisticado pueden ser año y medio. Las diferencias son monstruosas en
términos de costos.
¿En qué punto está el arbitraje en Colombia, si se le compara con el mundo?
Colombia es líder en América Latina, no solo por la calidad de los
árbitros, que es reconocida, sino por la infraestructura, que está al
nivel de las mejores del mundo. Hoy día Bogotá, Cali y Medellín tienen
infraestructuras comparables a estar en Londres, Nueva York o París.
LOS MITOS QUE SE DISCUTIRÁN
En el Congreso Internacional de MASC tratarán sobre las ideas equivocadas que hay acerca de estos mecanismos.
Por ejemplo, las relacionadas con los costos de los procesos o los
recursos de anulación de los laudos. Otro es lo que se denomina recursos
de anulación de las decisiones que allí se toman. Según datos de la
CCB, de 10 laudos proferidos, solo uno es interpuesto con recurso, y de
este solo prospera el 25%.
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