domingo, 11 de octubre de 2015

UNIDOS POR EL RESCATE DE LOS VALORES CIVICOS

Desde el norte de Cartagena, en sectores turísticos como Castillogrande, hasta el suroccidente, en barrios empobrecidos como Nelson Mandela, ha llegado la semilla que la Escuela de Gobierno y Liderazgo está sembrando por doquier para contribuir al rescate de los valores cívicos y lograr una verdadera transformación social.

Bernardo Romero Parra, director de esta dependencia Distrital, contó que esta loable tarea se inició hace dos años, cuando se identificaron los temas que generan problemas en la ciudad: la convivencia social, el medio ambiente y la movilidad.
“Con esa identificación, basados en un diagnóstico que hizo la Escuela en el año 2013 sobre cultura ciudadana, establecimos un esquema de trabajo para llevar propuestas de cambio de comportamiento a universidades, colegios y comunidades; a finales de 2014 elaboramos 15 mil cartillas de “Comportamientos para reaprender y transformar la vida en comunidad” y comenzamos a difundirlas. Ahora también estamos entregando el “Decálogo ético del buen ciudadano cartagenero”.

La propuesta de cambiar los comportamientos que afectan la convivencia se realiza a través de charlas y talleres de formación ciudadana. Romero, quien completa más de 35 años de trabajo como dirigente comunal en Cartagena, los dicta a gremios representativos y donde sea que se le invite.
“Cuando trabajamos los temas de cultura ciudadana los trabajamos en todos los estratos, porque los problemas se dan en todos, de una manera diferente, pero se dan; por ejemplo, mientras que en los barrios populares ponen picós, en el estrato alto ponen un carro de alta gama con grandes aparatos de sonido, pero es el mismo problema: la contaminación por medio del ruido, por eso, con lenguajes diferentes, del mismo modo que trabajo en El Laguito trabajo en Nelson Mandela”, dijo.
Precisó que el mensaje central “es que debemos dejar la indiferencia por la ciudad, creer más en ella e intervenir en la solución de sus problemas. Ese cuento que estamos esperando que venga alguien de Bogotá o de otra ciudad para resolverlos es mentira, nosotros mismos, los cartageneros, tenemos las competencias necesarias para resolver nuestros problemas, y más que todo la juventud cartagenera debe asumir su compromiso ante la historia para que pueda dirigir bien a la ciudad”.
Además de las comunidades, más de 50 establecimientos educativos públicos y privados, universidades y personal de la Policía y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) han sido sensibilizados.
“Los estudiantes, al igual que todos los que participan en las charlas, se han comprometido a dar buen ejemplo de cultura ciudadana en sus entornos; sacar la basura a tiempo, si hacen fiestas tener un volumen moderado, no parquear vehículos en el andén, respetar las señales de tránsito y respetar a sus vecinos”, aseguró Romero.
Señaló que “trabajamos también con pastores evangélicos, y con la iglesia católica hemos querido trabajar, pero a pesar de que el obispo nos ha expresado su apoyo no hemos podido concretar fecha. Aspiramos hacerlo antes de que culmine el periodo del alcalde Vélez”.
Para disminuir la accidentalidad en las vías, se prevé extender estos talleres a gremios de taxistas y motociclistas.

Promotores de cultura ciudadana

Bernardo Romero Parra destacó que más de 30 mil personas han recibido el mensaje de la Escuela de Gobierno y Liderazgo, y una red conformada por 300 docentes lo promueve y le hace seguimiento a los comportamientos de más de mil estudiantes.
“Esperamos que todo este proceso dé resultados en 10 años, pero tiene que ser de manera continua y los mandatarios deben darle la importancia que tiene la formación ciudadana porque de eso dependen muchos factores. Por ejemplo, si hay mayor nivel de cultura ciudadana en la población, los índices de inseguridad bajan inmediatamente y van a haber menos accidentes de tránsito”.
Anotó que “si logramos que el proyecto de acuerdo que vamos a presentar al Concejo Distrital sea aprobado, podremos garantizar un plan de acción que continúe el proceso, porque nosotros estamos apenas poniendo la semilla para que siga adelante. Esto tiene que seguir con las acciones comunitarias de los jóvenes”.

 

FORMACION CIUDADANA PARA LA CONVIVENCIA PACIFICA



Las exalumnas de La Enseñanza se han distinguido por su compromiso con la comunidad. Tienen varias obras sociales y una sede en donde confluyen todos sus proyectos y realizaciones. El 15, 16 y 17 de octubre, jueves, viernes y sábado próximos, tendrán un evento en Medellín que vale la pena resaltar por lo pertinente para el momento que vivimos. Se llama “Formación ciudadana para la convivencia pacífica” ‘Una formación humanística y nacional para ‘Tender la Mano’.
Santa Juana de Lestonac puso como fundamento espiritual y material de la Compañía de María, su creación, tender la mano, para que las religiosas y estudiantes de los colegios que se fundaran siempre estuvieran dispuestas a servir de soporte y apoyo ciudadano y moral para fomentar actitudes y acciones de memoria histórica, compasión, reconciliación, perdón, esperanza y convivencia para, en nuestro caso, lograr una Colombia pacífica, abierta al diálogo y a la justicia social para resolver los conflictos, sin matarnos. Diálogo y acción que previene y cura el dolor y el sufrimiento, que sacude y acaba con la indiferencia y fomenta la vida, que es sagrada, y la solidaridad esa bella actitud que no nos deja sentirnos ni estar bien si quienes nos rodean no se sienten ni están bien. Esa bella actitud que no nos deja ser felices si quienes nos rodean no pueden ser felices.
La paz y la convivencia es obra de todos. Por eso este seminario quiere motivar la reflexión humanística sobre la realidad colombiana para poder llegar a tomar decisiones ante los retos y desafíos que plantea la convivencia pacífica y que no son ni pocos ni simples.
Fomentar el estudio para tener los elementos de juicio verdaderamente profundos, que no nos dan los medios de comunicación ni las nuevas tecnologías comunicativas para definir y encontrar la verdadera y necesaria paz.
Deliberar sobre el papel protagónico de la juventud, los maestros, los padres de familia, los trabajadores de la cultura, los líderes de opinión y del desarrollo comunitario. No olvidemos que el Papa Pablo VI dijo que “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”. Y el Evangelio y la Filosofía tienen mucho por decir. Si viviéramos plenamente las enseñanzas del Evangelio, Colombia y el mundo serían distintos: equitativos, austeros, caritativos, pacíficos, listos para perdonar y abiertos a los demás. No haríamos líneas divisorias sino puentes de unión e integración.
Este seminario permitirá el encuentro y la relación de exalumnas de distintas generaciones y regiones para que todas hablen un mismo idioma y se cierre la brecha tanto generacional como geográfica y todas concuerden en la importancia de saber experiencias de otras latitudes y actitudes de acuerdo a la edad. Recuerdo a alguien que decía que para cerrar la brecha generacional, los mayores tenían que hacerse del lado de los jóvenes, porque es imposible que estos vivan experiencias que ya no existen y es imposible recrear. En cambio, los mayores sí pueden llegar con el bagaje que dan los años al lado de los jóvenes y entender el presente, el que ambos viven.
A este seminario están convocados no sólo exalumnas sino padres de familia, educadores, directivos docentes, estudiantes, trabajadores culturales, sicólogos, periodistas, orientadores de opinión, funcionarios y líderes de desarrollo social.
Hay un excelente grupo de conferencistas y temas: La filósofa Beatriz Restrepo Gallego: La compasión, valor moral para la convivencia. El Padre Francisco de Roux: La memoria. El presidente de Nutresa Carlos Ignacio Gallego: La esperanza como respuesta para el futuro. El periodista Javier Darío Restrepo: La formación para la opinión. El filósofo Gonzalo Soto Posada: El perdón. Y El abogado constitucionalista Pedro Medellín Torres: La convivencia y el respeto en el contexto actual. Y los panelistas serán: La directora de Comfama María Inés Restrepo de Arango: La equidad como eje del desarrollo social. La Licenciada en Cultura Carla Celia Martínez Aparicio: La cultura, puente para la convivencia. La gestora cultural y educadora María Adelaida Jaramillo y el director de Docencia de Eafit Gabriel Jaime Arango: Consideraciones finales, y quien esto escribe, educadora y periodista: El papel de la mujer en la sociedad contemporánea y en Colombia.



viernes, 9 de octubre de 2015

MANUALES DE CONVIVENCIA - POLICIA NACIONAL DE COLOMBIA


¿QUÉ ES UN MANUAL DE CONVIVENCIA?


Es un pacto ciudadano, es una herramienta educativa y pedagógica para promover la convivencia pacífica, el ejercicio de las libertades y derechos fundamentales, el cumplimento de los deberes y el respeto de los derechos de los demás.

Los Manuales de Convivencia comprenden los principios, valores y virtudes que deben incorporar y respetar los habitantes de una región para propender por una sana convivencia.

* Son virtudes fundamentales para la convivencia ciudadana, las descritas por la UNESCO, entre otras: confianza, vínculos fraternos, gratitud, respeto, honestidad, tranquilidad, prudencia, paciencia, responsabilidad, flexibilidad, perdón, verdad, formalidad, autodisciplina, lealtad, civismo, alegría, creatividad, entusiasmo, amor, integridad, consideración.


 


PROGRAMA NACIONAL DE CENTROS DE CONVIVENCIA CIUDADANA

Espacio de encuentro donde la comunidad tiene acceso a instituciones del orden local con programas e iniciativas que promueven y fomentan los valores ciudadanos, la convivencia, la cultura ciudadana, la recreación, la lúdica, el respeto por el medio ambiente y el desarrollo de programas sociales, con el fin principal de lograr una mejor calidad de vida para los habitantes de los municipios donde se encuentra funcionando el Programa Nacional de Centros de Convivencia Ciudadana.

Objetivo del Programa Nacional de Centros de Convivencia Ciudadana:“Incentivar el rescate de valores ciudadanos, de cooperación, solidaridad y organización social, como requisito fundamental para el rechazo de la violencia y la consolidación de la gobernabilidad local”.

OFICINAS Y ESPACIOS ESTABLECIDOS POR EL PROGRAMA SON:

• Oficina para el (la) coordinador (a).
• Inspección de policía y espacio para el (la) secretario (a).
• Comisaría de Familia y espacio para el (la) secretario (a).
• Personería Municipal y espacio para el (la) secretario (a).
• Oficina de Desarrollo Comunitario y espacio para la Secretaria (o): Programa Familias en Acción, Programa Adulto Mayor, Programa de Conciliación en Equidad.
• Oficina de asesorías jurídicas.
• Defensoría del Pueblo y/o Defensores Comunitarios.
• Policía comunitaria.
• Oficina de la gestora social y espacio para el (la) Secretario (a)
• Consultorio psicológico.
• Oficina de Trabajo Social.
• Oficina de Medio Ambiente y/o Umata con espacio para un asistente.
• Instituto Municipal de Deporte y Recreación y espacio para asistente.
• Instituto Municipal de Cultura y Turismo.
• Ludoteca, módulo para el (la) Ludotecario (a), baños para niños y niñas.
• Biblioteca física y virtual, módulo para el (la) bibliotecario (a).
• Auditorio.
• Archivo.

LÍNEAS DE ACCIÓN DEL PROGRAMA

• Series cátedra en convivencia, civilidad y ciudadanía: Participación Ciudadana y Comunitaria y Control Social de lo Público, Derechos Humanos, Violencia Intrafamiliar.
• Desarrollo Local y Sostenibilidad Ambiental.
• Programa de Cultura Ciudadana (Ferias de la convivencia).
• Promoción y difusión de los servicios de los Centros de Convivencia Ciudadana.
• Descentralización de los servicios del Centro de Convivencia Ciudadana (Centro viajero).
• Prevención de la Violencia Intrafamiliar “El Buen Trato, una Ruta hacia la Paz”.
• Promoción, difusión y divulgación de la cultura de conservación del medio ambiente.
• Promoción y difusión de la política en Derechos Humanos.
• Recreación y Calidad de Vida (Cine al centro, vacacionando en convivencia, ciclorrutas, ciclovías, caminatas ecológicas).

¿SABE QUE SON LAS CASAS MOVILES DE JUSTICIA DE BOGOTÁ?

Seguramente habrá visto en su barrio un bus con un letrero que dice Casa Móvil de Justicia de determinada localidad. Estos espacios se han convertido en una de las opciones que tienen los bogotanos para poder denunciar casos de maltrato entre otros problemas legales.

La Casa Móvil de Justicia de Tunjuelito, ha atendido en los últimos tres meses a 1.058 personas que solicitaban orientación en temas judiciales.
Estas Casa Movil de Justicia atendió principalmente casos de familia como cuota alimentaria, custodia y visitas, también asuntos de arrendamiento y consultas sobre el derecho penal y civil; se realizaron 91 audiencias en cuatro jornadas masivas de conciliación y 140 personas fueron capacitadas en control social.
Al respecto, la alcaldesa Local Sandra Milena Rodríguez afirma que “son estas circunstancias las que motivaron el funcionamiento de esta unidad móvil, demostrando a través de resultados positivos una respuesta oportuna a las necesidades de la población, cada contrato realizado por esta administración local para el funcionamiento de la casa de justicia se solicitó con el acompañamiento de la Contraloría y la Personería local, así como de la Veeduría y la Procuraduría Distrital”.

¿Cómo son estas casas?

Cada Casa de Justicia Móvil cuenta con 4 oficinas, es decir que 8 oficinas son las que atiendan los problemas de justicia en esta localidad.
De acuerdo con Gustavo Petro durante la entrega de una de estas casas, aquí se pueden poner las “denuncias de los ciudadanos de este sector y acceder a quienes deben garantizar los derechos en términos de justicia de Bogotá.
"Esto no es un regalo a la comunidad, la justicia es un derecho y parte de los problemas de Colombia   tienen que ver con la incapacidad que el Estado ha tenido para que se garantice el derecho a la justicia", aseguró el mandatario.
El objetivo de la Bogotá Humana implementar 50 casas de Justicia alrededor de la ciudad “son muchas las casas de justicia que hemos abierto, el objetivo es implementar 50, vamos en 10, estas 2 se agregan a la lista”, dijo Petro.  


JUSTICIA MOVIL

Tan lejos como el corregimiento Vegaez, de Vigía del Fuerte a siete horas en canoa desde la cabecera municipal ha llegado la casa de justicia móvil.

También a los corregimientos Santa Rita, de Ituango; Liberia, de Anorí; El Palomar, de Caucasia; La Encarnación, de Urrao, o La Concha, de Nechí, han llegado los servicios de justicia, salud y acceso a la educación que van con este programa.
Desde 2012 se cuentan 108.380 atenciones en 58 municipios mediante esta estrategia según la Administración Departamental.
“A nosotros nos queda muy duro ir a Yalí para poder disfrutar de estos servicios, qué bueno que estén acá”, afirma Luz Estella Arango en la vereda La Máscara, de Yalí.
Realizar trámites ante la Registraduría, el Ejército y La Policía en zonas lejanas del departamento es posible en estas jornadas de la Gobernación, acompañadas por las alcaldías y diversas dependencias del Gobierno Nacional. Se ahorra dinero en transporte, alimentación y en las mismas atenciones, ya que todas son gratuitas.

Según los reportes, los antioqueños que han aprovechado las casas de justicia móvil se han ahorrado 1.700 millones de pesos en el transporte. La Registraduría les ha servido para tener registro civil de nacimiento, tarjeta de identidad o cédula de ciudadanía, necesarios para otros trámites. También se ha evitado el gasto de 700 millones de pesos en costos de las diligencias.
“Uno de los problemas que queremos resolver en Antioquia es la desigualdad. Tenemos que ser capaces de llevar las instituciones a las zonas más lejanas del departamento”, señala el secretario de Gobierno de Antioquia, Esteban Mesa García.

Para la alcaldesa de Arboletes, Diana Garrido, estas jornadas tienen un impacto profundo en las comunidades: “Nuestros habitantes ven la esperanza en estas jornadas y esa es nuestra labor como estado, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, señala la mandataria.

La semana pasada la casa de justicia móvil estuvo en los corregimientos, Fraguas (Machuca), de Segovia; El Cedro, de Yarumal, y las veredas Churú, de Vegachí; Helechales, de Toledo, y Sucre, de Olaya.




 

VEINTE AÑOS "AGRIDULCES" DE LAS CASAS DE JUSTICIA DEL PAIS

En 20 años de operación del programa de las Casas de Justicia han sido atendidos, según cifras del Ministerio de Justicia, nueve millones ochocientas cuarenta y cinco mil personas. En 2014 la atención fue de cerca de 400 mil personas, siendo Antioquia, Cundinamarca, Nariño, Valle del Cauca, Casanare y Putumayo, las regiones donde más acuden a estos centros de atención. 
El programa de las Casas de Justicia se creó con el propósito de ayudar a resolver de manera rápida y efectiva algunos tipos de controversias o problemas cotidianos, para no llegar a instancias mayores de la justicia. 
Así lo explicó  la viceministra de Promoción de la Justicia, Ana María Ramos Serrano, quien advierte: “El balance es agridulce, mas tirando a dulce que a agrio. Las Casas de Justicia fueron un modelo que se creó para integrar diferentes servicios para la resolución de conflictos. El modelo funciona en la medida en que en las Casas hay presencia de varias entidades del Gobierno y eso ha servido para que la gente encuentre en un solo lugar la autoridad que necesita para resolver su problema. Así se ha logrado llegar con atención de justicia a población vulnerable, de estratos 1 o 2”. 
La parte agria está en que a la fecha no se ha logrado la confluencia de todas las instituciones: “Nos hemos dado cuenta de que no en todas las casas el servicio interinstitucional funciona tan bien, tenemos casas donde está la Fiscalía, pero no Medicina Legal; otro conflicto es que las casas están enfocadas a ese mecanismo alternativo y penal, no en todas están los jueces; tenemos jueces de pequeñas causas en catorce de las casas; todo esto conlleva a que se resuelva parcialmente el conflicto y es lo que estamos tratando de corregir”. 
Esta falencia hace que el modelo sea criticado y cuestionado por analistas como Ariel Ávila. 
“Es un método interesante que logra la confluencia de varias entidades del Estado, pero se ha demostrado que es deficiente y que no ha sido tomado en serio por la justicia. Al punto que no existe un seguimiento sobre los procesos que se manejan, no se sabe cuáles se abren o se cierran”. 
Además, dice: “Las Casas de Justicia están concentradas en municipios grandes y no se llega a los más pequeños, generando un problema de segregación; tampoco ha sido posible la creación de más centros”.
 Por su parte, afirma Élmer Montaña, exfiscal de la Casa de Justicia de Aguablanca de Cali, estas instituciones han perdido los propósitos con los que fueron fundadas. 
“Las Casas de Justicia se han desnaturalizado básicamente por falta de apoyo de los gobiernos nacional y municipal para mantener los servicios de justicia. Ya solo son especies de oficina en donde se descentraliza el papel de la Fiscalía, pero no están trabajando en proyectos de prevención y control de la violencia, que eran su propósito inicial”. 
 De acuerdo con Montaña, en las dos Casas de Justicia de Cali ya no hay presencia de Fiscalía, ni Medicina Legal ni Policía Judicial, entonces solo sirven para recepcionar denuncias o procesos. “La Casa de Justicia de Aguablanca fue pionera a nivel nacional cuando yo trabajé allá, porque además de atender pleitos, teníamos proyectos para controlar fenómenos como la violencia intrafamiliar e incluso el tráfico  de drogas. Ahora, nada de eso se hace”, afirmó Montaña.
El exfiscal llamó la atención sobre la necesidad de retomar las experiencias positivas en varias de las Casas y de que el Gobierno Municipal y Nacional vuelvan a coordinar proyectos de prevención de violencia e inviertan tanto en capital monetario como en capital humano. 
Ante esto la viceministra Ana María Ramos afirma que el plan a futuro es crear más Casas de Justicia, incluso para ello se cuenta con más presupuesto y está en marcha un proyecto en el que podrán participar las entidades privadas. 
“Los recursos que tiene el Ministerio son limitados, pero vamos a recibir unos recursos adicionales para hacer Casas de Justicia. Tenemos zonas que no tienen recursos para hacer su aporte, pues cabe recordar que el Ministerio aporta una parte y otra corresponde a los entes regiones, para ello se está trabajando un proyecto de alianza público-privada”. 
En cuanto a la llegada de los servicios a las zonas más apartadas del país, aseguró que desde hace un tiempo se está trabajando en casas de justicia móviles, con el fin de llevar el Estado a las comunidades.
 “El objetivo es desconcentrar las casas y hacerlas móviles para que lleguen a todos los municipios. Tenemos el caso de El Bagre (Antioquia), arrancar fue difícil y al principio no les era familiar asistir a estas jornadas, pero ahora ya conocen el proceso. Es una forma de que la gente conozca el Estado y vaya hacia él”.
  
¿Para que son las Casas?
 En las  Casas de Justicia habitualmente se reportan casos de familia,  como violencia intrafamiliar, custodia, divorcio, separación de bienes, alimentos, adopción, sucesiones. 
La segunda línea de casos la ocupan problemas  legales como los delitos por hurto, acoso o abuso sexual, abuso de confianza, amenazas, lesiones personales, soborno, estafa.
 Y luego, las denuncias de violaciones  por parte de la Fuerza Pública, exclusión de servicios de salud y educación, y discriminación.